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Solo la poesía puede mantener viva, de veras, una lengua. Sus manifestaciones son cada día más variadas, pero si se trata de defender la palabra como interrogación al mundo y a las formas, pocos en español en las últimas décadas lograron ese propósito como Ida Vitale.
Pablo Rocca
Clásica y moderna, la política poética de Ida Vitale nada rechaza, complementa, a la vez que vuelve nómada, decanta y sobresalta la lengua, sutilmente.
Aurelio Major
En transformación permanente, la poesía de Ida Vitale oscila entre la urgencia de su etapa montevideana y la lenta maceración de sus poemas peregrinos errantes. Con la duda como timón, la poeta deja que las palabras propongan y que la poesía se vuelva de ese modo un espíritu mutante que deja en evidencia un permanente conflicto de sentido. El caos y el orden como parte del mismo cielo, lo claro y conciso habitando un vasto océano inabarcable, portando como única seña, que ante la poesía no valen trampas ni atajos.
Diego Recoba
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Pablo Rocca
Clásica y moderna, la política poética de Ida Vitale nada rechaza, complementa, a la vez que vuelve nómada, decanta y sobresalta la lengua, sutilmente.
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En transformación permanente, la poesía de Ida Vitale oscila entre la urgencia de su etapa montevideana y la lenta maceración de sus poemas peregrinos errantes. Con la duda como timón, la poeta deja que las palabras propongan y que la poesía se vuelva de ese modo un espíritu mutante que deja en evidencia un permanente conflicto de sentido. El caos y el orden como parte del mismo cielo, lo claro y conciso habitando un vasto océano inabarcable, portando como única seña, que ante la poesía no valen trampas ni atajos.
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