Bienvenidos a nuestra tienda!
En un país como Argentina, donde Memoria es una política social de resistencia
y por ende, una forma de subjetivación, la reflexión psicoanalítica sobre
los procesos de subjetivación tiene una historia y potencia propias. Y en esto
vemos un empuje vital para afrontar quizás uno de los mayores desafíos que
enfrenta el psicoanálisis en el siglo XXI: su reformulación a partir de la reincorporación de
la dimensión de una historia antes relegada a un papel secundario, imaginario, y que
parecía sólo introducir distorsiones para la visibilización de sus “verdaderos” objetos de
estudio.
Este desafío es éxtimo porque cuando hablamos de los procesos de subjetivación en el
psicoanálisis, esto siempre supondrá pensar el modo en que el psicoanálisis ha tomado la
problemática de los modos en que lo históricopolítico se inscribe en el psiquismo, pero
también supondrá pensar las formas en que el psicoanálisis ya ha sido tomado por los
mismos procesos de subjetivación. Así nuestra perspectiva: los procesos de subjetivación
son objeto del psicoanálisis tanto como el psicoanálisis es objeto de ellos.
Entendemos que la necesidad impostergable de desarrollar una tecnología que
incorpore lo histórico-político representa una revolución paradigmática para
el psicoanálisis. Por un lado, porque nos representan el desafío de ver cómo
incorporamos los procesos de subjetivación a la teoría, técnica y práctica del
psicoanálisis, pero, por otro lado, porque nos vemos en la necesidad y la oportunidad de
revisar los procesos de subjetivación de nuestras propias teorías. Es decir, no se trata
sólo de complejizar nuestra teoría y técnica del psicoanálisis sino también revisar cómo se
ha constituido este instrumento y qué huellas de lo histórico-político operan en él, a veces
definiendo conceptos cuya pertinencia sólo tendrá asidero en relación a un determinado
código de subjetivación, a veces como obstáculos epistemológicos que debemos
deconstruir para poder reformular ciertas categorías y proponer otras nuevas.
$23.900,00
3 cuotas sin interés de $7.966,67
10% de descuento pagando con efectivo
En un país como Argentina, donde Memoria es una política social de resistencia
y por ende, una forma de subjetivación, la reflexión psicoanalítica sobre
los procesos de subjetivación tiene una historia y potencia propias. Y en esto
vemos un empuje vital para afrontar quizás uno de los mayores desafíos que
enfrenta el psicoanálisis en el siglo XXI: su reformulación a partir de la reincorporación de
la dimensión de una historia antes relegada a un papel secundario, imaginario, y que
parecía sólo introducir distorsiones para la visibilización de sus “verdaderos” objetos de
estudio.
Este desafío es éxtimo porque cuando hablamos de los procesos de subjetivación en el
psicoanálisis, esto siempre supondrá pensar el modo en que el psicoanálisis ha tomado la
problemática de los modos en que lo históricopolítico se inscribe en el psiquismo, pero
también supondrá pensar las formas en que el psicoanálisis ya ha sido tomado por los
mismos procesos de subjetivación. Así nuestra perspectiva: los procesos de subjetivación
son objeto del psicoanálisis tanto como el psicoanálisis es objeto de ellos.
Entendemos que la necesidad impostergable de desarrollar una tecnología que
incorpore lo histórico-político representa una revolución paradigmática para
el psicoanálisis. Por un lado, porque nos representan el desafío de ver cómo
incorporamos los procesos de subjetivación a la teoría, técnica y práctica del
psicoanálisis, pero, por otro lado, porque nos vemos en la necesidad y la oportunidad de
revisar los procesos de subjetivación de nuestras propias teorías. Es decir, no se trata
sólo de complejizar nuestra teoría y técnica del psicoanálisis sino también revisar cómo se
ha constituido este instrumento y qué huellas de lo histórico-político operan en él, a veces
definiendo conceptos cuya pertinencia sólo tendrá asidero en relación a un determinado
código de subjetivación, a veces como obstáculos epistemológicos que debemos
deconstruir para poder reformular ciertas categorías y proponer otras nuevas.